Los expertos abogan por un esfuerzo público-privado para la contención del «Fusarium» en América Latina y el Caribe

En el marco de un foro organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), los científicos Gert Kema y Chelly Hresko coincidieron en que es imprescindible un esfuerzo coordinado entre los sectores público y privado para generar conocimiento científico, construir capacidades entre los productores y evitar la propagación en América Latina y el Caribe de la cepa raza 4 tropical (R4T) del Fusarium, un hongo que ataca las plantaciones de banano, un producto clave en la región, para el cual no existe una cura conocida.

“La principal dificultad que enfrentamos es que no podemos contar con la magia de la química para deshacernos de esta enfermedad. Todo lo que podemos hacer, mientras desarrollamos conocimiento científico, es entrenar a los productores acerca de cuáles son las mejores formas de contención. Es un desafío muy complejo”, dijo Hresko, responsable de Innovación en Investigación y Desarrollo para Enfermedades y Eficiencia Agrícola en la Organización de Biotecnología de la empresa Bayer.

La R4T, que causa una enfermedad que se propaga con gran facilidad, está presente en Asia y en 2019 se confirmó su presencia en Colombia, por el momento el único país de América Latina donde se ha detectado. Su contención es un asunto crucial, ya que el banano es un cultivo clave para la seguridad alimentaria mundial y el sustento de millones de pequeños agricultores.

Por su parte, Gert Kema, quien dirige el laboratorio de fitopatología de la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos, explicó que la cepa R4T del hongo Fusarium ataca la variedad de banana Cavendish, que representa aproximadamente el 50% de la producción global de banano, el 95% de la fruta de exportación y es la única que se comercializa masivamente en América Latina y el Caribe y en occidente en general.

“El R4T es una especie particular de Fusarium que comenzó en Indonesia, se diseminó por el resto del Sureste Asiático y ahora se está moviendo hacia el oeste: India, Pakistán, el Medio Oriente, África y, más recientemente, Colombia”, explicó.

El científico explicó que se sabe que la enfermedad se transmite a través del suelo, pero no hay razones para concluir que con el transporte de los bananos se expande la contaminación.

«Entendemos que la principal razón de la diseminación es la gente que viaja y, en ese sentido, en el sector del banano hay muchos riesgos, porque los trabajadores suelen ir de un país a otro”, aseguró Kema.

El experto recomendó que los productores reduzcan el número de visitantes en sus plantaciones y que, si no hay otra alternativa que recibir visitantes, que “lleguen limpios y salgan limpios”, para evitar el riesgo de que traigan o propaguen la enfermedad.

 

Fuente: Efe / infobae.com

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