Una convención modelo

“Cerramos la negociación el pasado 11 de julio y lo logramos en etapa de trato directo”, informó a La Rel Adela Torres, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Agroindustria (Sintrainagro).

Adela Torres | Foto: Gerardo Iglesias

Nuestra afiliada es la mayor organización sindical del sector en América Latina y la convención colectiva recientemente firmada abarca a unos 20.000 trabajadores y trabajadoras de la región de Urabá.

“Avanzamos en varios aspectos sociales además de las cláusulas salariales. Para esta negociación se pactó un cambio en la vigencia de la convención que pasó de dos a cuatro años”, explicó Adela.

La dirigente apuntó a que este cambio fue pensado previendo diversos factores, pero especialmente para asegurar la estabilidad laboral en el sector.

Según la secretaria general del Sindicato, el éxito del modelo negociador ha llevado a que el gobierno nacional lo tome como referente para las negociaciones colectivas de otras ramas de actividad.

“A pesar que la vigencia se extendió, quedaron estipulados en la convención incrementos salariales anuales que contemplan el índice de la inflación, más casi dos puntos porcentuales para los cuatro años. El primer y tercer año, además, agrega una prima por firma del convenio”.

En aspectos sociales y normativos se negociaron cláusulas que contemplan un fondo de vivienda para que los trabajadores y trabajadoras accedan a un préstamo para adquirir su casa; y un fondo de educación, recreación, cultura y deporte, entre otros beneficios.

El fondo para educación es muy importante porque de ahí salen los recursos que nos permiten continuar con los proyectos de capacitación de las trabajadoras y trabajadores bananeros. Conseguimos para ese fondo una cifra aproximada de 215.000 dólares cada dos años”, señaló la dirigente.

Fuerte apuesta en jóvenes y mujeres

El fondo de educación se enfoca principalmente en trabajo de capacitación de jóvenes y mujeres.

Para Adela uno de los puntos más destacados de esta negociación es que se mantuvo la cláusula que exige la contratación de al menos dos mujeres por finca bananera por año.

Este es un gran logro y lo remarco, aunque no es de ahora. Al negociar siempre algunas cosas cambian, pero lo de la contratación obligatoria de dos mujeres por finca lo mantuvimos.

Además, se estipuló diseñar cursos de capacitación en las labores para estas mujeres, que se harán con los recursos conquistados en el fondo de educación”, explicó.

“Fue una convención muy buena, lograda con un consenso total y con el entendimiento del empresariado de que, llegar a un acuerdo por vía directa es lo mejor para todos los involucrados”, finalizó Adela.


FUENTE: http://www.rel-uita.org/colombia/una-convencion-modelo/

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