Productores de café de Colombia piden precios justos en dura carta al Parlamento Europeo
En una dura carta enviada al Parlamento Europeo, productores de café de Colombia agremiados en Dignidad Cafetera y Dignidad Agropecuaria le piden una política de comercio exterior que pague precios justos por el café. Señalan que, actualmente, el precio no cubre ni los costos de producción.
Los productores de café de Colombia, agremiados en Dignidad Cafetera y Dignidad Agropecuaria Colombiana, enviaron una dura carta al Parlamento Europeo, titulada El falso “Libre Mercado” empobrece a caficultores del mundo. En la comunicación solicitan precios verdaderamente justos para quienes cultivan y cosechan uno de los frutos más consumidos del planeta.
La Unión Europea es la principal región importadora de café, con un consumo per cápita anual de 4,67 kilogramos, según cifras de la Organización Internacional del Café. Además, es uno de los principales exportadores de café transformado del mundo y sus empresas multinacionales juegan un papel clave en la transformación y comercialización del grano a nivel mundial.
Por estas razones, los productores de café de Colombia agremiados en Dignidad Cafetera consideran que el Parlamento Europeo debe tomar cartas en el asunto en relación con los bajos precios internacionales, lo cual empieza por reconocer que ni siquiera el café de comercio justo que consumen los eurodiputados en el Parlamento es realmente justo.
“Los productores de café reciben menos de 3 céntimos de euro por cada taza de café ‘Comercio Justo’ que Uds. beben en el Parlamento Europeo, y por la cual pagan € 1,40”, señala la misiva.
En concreto, los firmantes y representantes de los productores de café de Colombia le piden al Parlamento Europeo que, “junto con la Comisión Europea y los Estados Miembros de la UE, diseñen una política de comercio exterior que verdaderamente respete los derechos humanos y proteja a los agricultores, a los trabajadores y a todos los niños en las cadenas de suministro de la UE, creando un comercio verdaderamente justo que promueva la prosperidad de quienes abastecemos a la UE”.
Los precios internacionales están sujetos a la especulación financiera en bolsas como las de Nueva York y Londres. Periódicamente, se sitúan muy por debajo de los costos de producción, como ocurre hoy en día.
Sobre esto, la misiva señala a las corporaciones multinacionales del sector de aprovecharse de su posición dominante para imponer en los mercados internacionales precios artificialmente bajos.
Esta situación ha generado y perpetuado graves problemas económicos y sociales en los países productores de Latinoamérica, África Subsahariana, Asia y parte de Oceanía, señala Dignidad Cafetera. A la par, los países exportadores como Colombia terminan por subsidiar a los países importadores de café y a las corporaciones multinacionales, explican los productores de café de Colombia en la misiva.
Para la agremiación colombiana, el rompimiento del Acuerdo Internacional del Café (AIC), en 1989, agravó la situación de los productores de café alrededor del mundo. “El resultado es que, a partir de 1989, incrementaron la miseria, el hambre, la desnutrición, el trabajo infantil y la migración forzada en la mayoría de regiones productoras de café”.
Actualmente, los ingresos de los países productores son inferiores al 5% de lo que genera la industria mundial del café, la cual asciende a más de 495 mil millones de dólares anuales, enfatiza la carta.
Sobre el precio que reciben los productores, Dignidad Cafetera cita la investigación del periodista guatemalteco Fernando Morales-de la Cruz, quien ha estudiado la explotación infantil en la industria mundial del café y las disparidades en la cadena de suministro, encontrando que, para que el precio sea justo, los países importadores deberían pagar a los países exportadores USD $4,60 más impuestos en origen por libra de café.
A continuación, puede leer la carta completa que los productores de café de Colombia, agremiados en Dignidad Cafetera y en Dignidad Agropecuaria, enviaron al Parlamento Europeo.
Carta abierta a los Eurodiputados
El falso “Libre Mercado” empobrece a caficultores del mundo
Sr. David McAllister, Presidente Comisión de Asuntos Exteriores
Sr. Bernd Lange, Presidente Comisión de Comercio Internacional
Sra. Anna Cavazzini, Presidenta Comisión de Mercado Interno y Protección al Consumidor
Sras. y Sres. Miembros del Parlamento Europeo
Parlamento Europeo
Bruselas, Bélgica
Estimadas Sras. y Estimados Sres. Eurodiputados:
En 1989, con la política de falso “libre mercado” se abandonó el Acuerdo Internacional del Café (AIC) de 1983. En el AIC de 1983 los países importadores de café se comprometieron a pagar a los países productores de café un precio mínimo de US$1,20, para cubrir los costos de producción, y un precio máximo de US$1,40.
A partir de 1989, los ingresos de los productores de café del mundo quedaron sometidos a los precios que se fijaron en los mercados de especulación de las bolsas de Nueva York y Londres y, a los que deciden las corporaciones multinacionales que controlan la mayor parte de la comercialización, del tueste y de la distribución de café en el mundo y abusan de su posición dominante para imponer un precio artificialmente bajo a los agricultores. El resultado es que, a partir de 1989, incrementaron la miseria, el hambre, la desnutrición, el trabajo infantil y la migración forzada en la mayoría de regiones productoras de café.
En el caso colombiano, como en el de todos países exportadores de café, podemos afirmar que los caficultores subsidiamos a los países importadores de café, incluyendo a la UE que es la mayor importadora de café del mundo, y a las corporaciones multinacionales que controlan la industria.
La industria mundial del café tiene un valor de consumo anual de más de 495 mil millones de dólares anuales pero los países productores reciben, en promedio, ingresos inferiores al 5% de lo que genera la industria.
Los productores de café reciben menos de 3 céntimos de euro por cada taza de café “Comercio Justo” que Uds. beben en el Parlamento Europeo, pagando € 1,40 por taza. Eso no es justo. Llamarlo “Comercio Justo” es defraudar a los consumidores de la Unión Europea y apoyar la explotación de agricultores, trabajadores rurales y millones de niños.
Como Uds. saben el café es producido con trabajo infantil en por lo menos 17 países, según certifica el gobierno de Estados Unidos, y hasta la industria del café ha admitido que hay hambre en las regiones cafeteras.
De acuerdo con los datos publicados por el periodista Fernando Morales-de la Cruz el precio actual del café en el mercado internacional equivale, ajustado a la inflación, a tan sólo 50 céntimos de dólar ($0,50) del precio del Acuerdo Internacional del Café de 1983 (US$1,20 a US$1,40), aceptado por los países importadores. Es pertinente aclarar que, a precios constantes, US$1,40 de 1983 equivale a US$4,20 de 2023.
Según Morales-de la Cruz el precio justo para que productores, trabajadores y sus familias vivan dignamente y se alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las regiones cafeteras es de USD $4,60 FGP más impuestos en origen.
Ese monto es muy superior al US$1,80 FOB que promueven algunos políticos europeos y ONG como el precio del “Comercio Justo”. USD$1,80 de 2023 equivalen a la mitad del precio del Convenio Internacional del Café de 1983. Lo verdaderamente justo sería que los productores de café fueran compensados con 10 céntimos de euro por taza para tener un precio FGP de USD $4,60 lb más impuestos en origen.
Hacer modificaciones de fondo en tan nefasta política comercial, es parte de lo que han prometido todos los Estados miembros de la UE cuando decidieron apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por lo tanto, proponemos respetuosamente al Parlamento Europeo que, junto con la Comisión Europea y los Estados Miembros de la UE, diseñen una política de comercio exterior que verdaderamente respete los derechos humanos y proteja a los agricultores, a los trabajadores y a todos los niños en las cadenas de suministro de la UE, creando un comercio verdaderamente justo que promueva la prosperidad de quienes abastecemos a la UE.
La nueva política de comercio exterior debe estar basada en relaciones comerciales en pie de igualdad y debe promover el beneficio recíproco.
Agradecemos su atención a esta carta y quedamos atentos a sus prontas respuestas.
Saludos cordiales,
Dignidad Cafetera Nacional
Dignidad Agropecuaria Colombiana
Comité Ejecutivo Nacional
